La colección Croisière 2012-2013 de Chanel fue presentada por todo lo alto en los jardines del Versailles. Un lugar suntuoso escogido por el Káiser de la moda: el bosquecillo de las "Trois Fointaines" se convirtió, por un día, en una espectacular pasarela dónde se vio la versión de Marie-Antoinette rockera.
Vestidos de corte principesco con decorados de strass y brillos; trajes de chaqueta inspirados en los ayudas de cámara del rey Sol; vestidos ligeros en tonos pasteles con toques neo-punks en blanco y negro.
El delicado encaje y el mítico tweed se entremezclan con tejidos denim. Metales y armaduras se esconden bajo los suntuosos mini vestidos. Vestidos con lazadas y volantes, shorts bloomers son las claves de esta colección tan Versallesca.
Unas princesas modernas que mezclan materias y colores para jugar con la moda. El toque más rompedor son las creepers doradas para asistir a los lujosos y suntuosos bailes.
Un desfile lleno de contrastes donde Karl se divierte jugando con el espacio y el tiempo de la historia. El lujo del siglo XVIII revive en la época del 2.0.
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