martes, 5 de julio de 2011

Los Baules De Vuitton

Desde la edad media ya se utilizaban los baúles para viajar, un accesorio que ha sido indispensable a lo largo de los siglos y sigue perdurando en la actualidad.

Un ejemplo de estos pequeñs tesoros los podemos encontrar hojeando el libro "100 legendary Trunks", que recoge una muestra de los baúles más especiales y característicos creados por la casa Vuitton.

El fundador de la mítica casa de baules, Louis Vuitton, nació en la región del Jura, al norte de los Alpes Franceses. Con 14 años recién cumplidos, decidió recorrer su propia aventura acompañado de un pequeño baúl con sus escasas pertenencias. Abandonó su hogar para dirigirse rumbo a la ciudad de las lucs, Paris, donde creó su gran prestigiosa y codiciada firma. Louis decidió crear baúles en una época en la que los viajes estaban en auge entre los aristócratas, artistas y aventureros. Gracias a Louis Vuitton, muchos de estos personajes pudieron viajar con sus propias comodidades, ya que el genio de los baúles les creaba piezas únicas en función de sus necesidades.



Un claro ejemplo de la versatilidad de Vuitton se remonta al año 1906, creando un baúl "kit de primeros auxilios". La Cruz Roja adaptará este baúl en el año 1914, puesto que durante la guerra le facilitaba el transporte de medicamentos y utensilios necesarios para realizar unas primeras atenciones médicas en el campo de batalla.




El gran diseñador Paul Poiret también poseyó su baúl Vuitton. En él cargaba sus modelos para transportarlos cuando tenía que visitar a sus clientas más importantes o realizar viajes para presentar sus colecciones. Su baúl fue creado en 1911.




Los ejemplos de baúles creados especialmente por Vuitton so infinitos.
En 1905, un explorador, Pierre Savorgnan de Brazza, encargó un baúl cama de campaña para poder dormir en la selva con más comodidad que la ofrecida por una tienda de campaña. Y es que sus viajes por Africa continuos se lo exigían.
En 1923, el escritor Hemingway adquirió un baúl biblioteca, para poder transportar en sus viajes todos sus manuscritos.
Otra de las necesidades cubierta por Vuitton fue la tan famosa "hora del té": se creó el conocido "Tea Case", un pequeño baúl que contenía todo lo necesario para poder recrear la tan británica ceremonia.

Para descubrir y maravillarse con las invenciones de Vuitton, basta con hijear el baúl libro que recorre el universo creado por la casa francesa, tanto históricas creaciones como baúles más novedosos.

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