El fuchsia se combina junto con rojo y violeta para crear unas superposiciones de color más graduales pero impactantes. El mejor ejemplo se ha visto de la mano de la creadora americana Diane Von Furstenberg.
Para lograr un look impactante pero sin pecar por exageración, el color por excelencia para este invierno será el verde esmeralda. Gucci ya se ha hecho con él, tanto en abrigos como vestidos de fiesta. En Hermés, el último grito llega de la mano de sus abrigos de cuero.
Burberry opta por romper sus looks con abrigos en zaranja, el tono por excelencia recuperado de los archivos de los 70. En tonos más ácidos o apagados, hasta los bolsos míticos de la casa se reinventan en naranja.
Color que se ha visto en todos los desfiles de moda de los grandes, como Cèline y sus abrigo de corte sastre.
En cuanto a la paleta de rojos, la opción este invierno se reduce a dos: o burdeos o rojizo. Si lo que buscamos es alegrar nuestro invierno, mejor optar por el rojo más vivo, como se ha visto en un total look rojo pasión firmado por Michael Kors.
El diseñador libanés Elie Saab prefiere un color más sombreado tanto para sus looks casual como sus vestidos de noche tan espectaculares. El burdeos es el color escogido por el diseñador.
Un clásico de la moda parisina, la casa Lanvin, se ha atrevido con el color mostaza en un vestido cóctel, con un escote pronunciado. Un color atrevido pero que si se sabe llevar sienta de maravilla.
Toda combinación de colores es posible este invierno, abre tu imaginación y ponte aquello que más en gana te venga. Un truco: si quieres combinar varios colores muy tecnicolores en un mismo outfit, apuesta por el tono más fuerte en la zona del cuerpo que prefieras potenciar. Y combina con accesorios más neutros.
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