martes, 20 de diciembre de 2011

Circo de cartón

Paseando por la avenida Diagonal, me he parado a admirar el escaparate navideño de Loewe. Realmente una gozada para los sentidos. Con sus emblemáticas cajas marrones de envolver regalos, el artista Gay Card ha sido el responsable de crear un circo festivo. Animales y payasos, personajes representativos del Zoo, son  los encargados de mostrar a los viandantes que se acercan al escapareta y/o se dirigen a esta boutique de lujo los "its" que todas y todos queremos añadir en nuestra lista de regalos para estas navidades.


El tejado de las casitas del circo están cubiertas por pañuelos de seda estampados en flores, mientras que el tren viene cargado de billeteros y llaveros con forma de ositos de peluche de colores pastel.


Los personajes del Circo, en este caso masculinos, van arreglados presentando la colección de corbatas otoño-invierno, de seda y estampados variados, que quedan impecables con cualquier traje, dándoles un toque de distinción y dandismo.


                               

En el escaparate de la tienda Serrano en Madrid, el vagón de los animales viene cargado de auténticas maravillas, admirables tanto como cuando nos quedamos embobados delante de un tigre o un elefante.


                                   

Las bandoleras "Sole" son presentadas al público que aprecia este ´circo tan mágico sobre un elefante.

                                

El muñeco que se esconde dentro de una caja y, al abrirla, gracias a un sistema de muelles, sale de la caja, alarga sus brazos de dónde cuelgan maravillosas bandoleras de la colección de hombre.


Otra forma de llamar la atención al público, de vivir la magia de estas fechas, de saber exponer lo que es el lujo, es lo que ha conseguido este artista alegando a nuestros recuerdos de esos momentos tan llenos de ilusión de cuando, de pequeños, nuestros padres nos llevaban al circo. Al  menos eso he sentido yo: esos momentos tan llenos de alegría y de buenos recuerdos de la magia de los payasos, los números de animales, que iba a ver en compañía de mis padres en Santander, cuando veraneábamos de pequeños.





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