domingo, 19 de junio de 2011

Disfrutando de la lectura

Uno de mis pequeños placeres diarios es leer. A la que me descuido, llevo más de dos horas leyendo, desconectada del día y metida en la historia que esto leyendo. Me gusta convertirme en el personaje durante ese rato, vivir sus peripecias, aprender de sus actos, reflexionar acerca de la historia, sus consecuencias y la moral que conlleva.

El libro que me leí de un tirón ayer por la noche se titula "LA HERENCIA DE ESZTER", escrito por Sándor Márai en 1939.

Es una pequeña historia que da que pensar, te hace reflexionar acerca de las convenciones morales que todos llevamos dentro y que ponemos en entredicho.
Te muestra como el amor, guiarte por el corazón, ejerce una real influencia en nuestras vidas. Y que por mucha razón que tengamos, hay que dejarse llevar por el corazón.

El libro en sí trata sobre una mujer soltera, que vive alejada del mundo en la casa que heredó de su padre, con la compañía de una anciana mujer que ha ejercido un poco de su madre. Y como, en el momento menos pensado, su vida da un giro inesperado al aparecer de improviso su amor de juventud. Su amor de toda la vida que no le permitió casarse con otro, pero que tampoco compartió su vida con ella puesto que escogió a la hermana como esposa. Y, con esta inesperada llegada, reaparecen los sentimientos en el corazón de la jóven que provocarán que su vida cambie para siempre de una manera incuestionable. Y es que las personas llevamos a cabo actos en nuestras vidas influenciados por el amor.

Os recomiendo la lectura de este pequeño tesoro literario, un buen libro si todavía no conocéis a este gran autor húngaro tan clásico. Y, sobretodo, reflexionar. Leerlo para pensar sobre el comportamiento humano, y como éste no cambia pese al paso del tiempo, de los siglos y la evolución humana.

Por último, quiero compartir con todos vosotros un pequeño fragmento de la obra que, especialmente, me ha llamado la atención.

"A las personas no sólamente las atan las palabras, los juramentos y las promesas. Ni tan siquiera son los sentimientos y las simpatías los que rigen las relaciones humanas. Hay algo diferente, es como la complicidad. (..) 
La ley de la vida dicta que acabemos lo que un día empezamos. En la vida nada llega a tiempo, la vida nunca te da nada cuando lo necesitas. Durante largos años nos duele ese caos, esa demora. Pensamos que alguien está jugando con nosotros. Sin embargo, un día nos damos cuenta de que todo ha ocurrido determinado por un orden perfecto, encajado en un sistema maravilloso. Dos personas no pueden encontrarse antes de estar maduras para su encuentro. Maduras, no desde el punto de vista de sus inclinaciones y caprichos, sino en su fuero más íntimo, obedeciendo la ley irrevocable de sus destinos, de sus estrellas."

"La herencia de Estzer", Sándor Márai
Letras de Bolsillo, ediciones Salamandra.
(En la fnac lo encontraréis por un precio de 6 €)

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