El color de la temporada: el amarillo. Como en la foto anterior, el amarillo "Sunshine" vuelve con fuerza sobre todas las pasarelas del mundo. La modelo lleva traje de chaqueta en tweed, una creación de Chanel, que combina con una blusa con lazada XL, de D-squared2. Los salones amarillos son unos Loubouttin.
El amarillo cambiará nuestro día a día simplemente por el mero hecho de vestirnos en tonos canario, limón, azafrán, oro o yema de huevo. Llamémoslo como lo hagamos, no dejará de darnos luz en nuestro dormitorio mientras escogemos ese vestido, top, pantalón, bolso o zapatos que nos llenarán de energía positiva. Un color luminoso, tanto como el brillo del sol en verano, que va a destacar en todos los escaparates de las mejores boutiques, para que nos enganchemos a él sin dificultad y dejemos en nuestro armario entre también ese rayito de sol.
Lo mejor del color del verano: llevarlo en total look, como se ha visto en Marni, Lacoste, Issa London, Chanel, Vera Wang, Vionnet o Lanvin, entre más marcas. Se tolerará combinarlo con accesorios negros o blancos, pero no dudes en que si apuestas por el amarillo al 100%, tendrás el éxito asegurado.
Peter Som imagina un vestido amarillo, de líneas rectas, estilo MOD, en plástico que parece piel.
En Sonia Rykiel, el tuxedo se colorea de amarillo canario para seguir la tendencia del color. El plus: el pantalón se aligera por sus pinzas y su amplitud de piernas, que logran ese estilo Maxi tan buscado para nuestro próximo armario.
Rykiel es un ejemplo de que el amarillo, canario en este caso, puede combinarse con negro. Como el vestido de cortes geométricos, que tiene uno de los tirantes en negro, rebordeando el escote para finalizar como con un segundo tirante a la altura del codo, todo siempre en negro.
Lanvin apuesta por teñir de amarillo su vestido asimétrico tan femenino, de tejidos suaves, cortes estudiados y superposiciones para realzar el cuerpo de la mujer que lo lleve.
El estilo del creador libanés Eliee Saab también recorrerá el camino de baldosas amarillas de la pequeña Dorothy. Sus tan femeninas creaciones, tanto las de día como los largos vestidos vaporosos de noche, encuentran su lugar entre los tonos del sol.
En Marni, la diseñadora sigue optando por vestidos de aire futuristas, por sus cortes geométricos. Vestidos con escotes en forma cónica que llegan hasta la cintura, bien marcada por unos cortes verticales, con caídas en forma trapezio y bajos plastificados; o bien vestidos de inspiración MOD en manga corta, con caída más sport. Ambas opciones las encontrarás en amarillo. Y en amarillo están realizadas las flores en plástico aplicadas sobre un vestido blanco.
Sus accesorios también se tiñen del color ganador. Como los bolsos de mano bordados con pedrería o las sandalias T-bar.
El amarillo visto en Balmain evoca a ese metal tan adorado: el oro. Como los pantalones brocados, rockeros y al mismo tiempo muy barrocos, un sello cada vez más conspolidado de la maison parisina. Brocado que bordará vestidos, chaquetas, faldas y todo tipo de accesorios. La esencia de la firma, un estilo muy marcado que el sucesor de Decarnin, Olivier Rousteing, ha intentado seguir fielmente con las mínimas variaciones posibles. Pero en el fashion world la pregunta que está en el aire es: "¿En cuánto tiempo se agotará este estilo que, de momento, funciona?"
El desfile de Acquascutum, a lo largo de la London Fashion Week, tiene cada vez más adeptos. Y es que esta firma británica está subiendo como la espuma entre las más fashionistas. Apuesta por uno de sus looks, y si es el vestido teñido de amarillo darás con el color ya oficialmente proclamado como el del verano.
En París, las plumas amarillas aterrizaron en la pasarela en manos de Giambattista Valli. Combinando el amarillo con blanco y toques de gris, las vaporosas siluetas femeninas no dejaron indiferente a nadie. Las telas hacen juegos de agua, una combinación ecléctica tanto para el día como por la noche. Pero también llega el jardín a las creaciones del creador italiano. Detalles de piezas brocadas, cuentas de cristal, plumas, volantes, transparencias y organza hacen de esta colección una elección clásica pero que destaca por una estética más fresca rozando un aire más trendy.
El amarillo cambiará nuestro día a día simplemente por el mero hecho de vestirnos en tonos canario, limón, azafrán, oro o yema de huevo. Llamémoslo como lo hagamos, no dejará de darnos luz en nuestro dormitorio mientras escogemos ese vestido, top, pantalón, bolso o zapatos que nos llenarán de energía positiva. Un color luminoso, tanto como el brillo del sol en verano, que va a destacar en todos los escaparates de las mejores boutiques, para que nos enganchemos a él sin dificultad y dejemos en nuestro armario entre también ese rayito de sol.
Lo mejor del color del verano: llevarlo en total look, como se ha visto en Marni, Lacoste, Issa London, Chanel, Vera Wang, Vionnet o Lanvin, entre más marcas. Se tolerará combinarlo con accesorios negros o blancos, pero no dudes en que si apuestas por el amarillo al 100%, tendrás el éxito asegurado.
Peter Som imagina un vestido amarillo, de líneas rectas, estilo MOD, en plástico que parece piel.
En Sonia Rykiel, el tuxedo se colorea de amarillo canario para seguir la tendencia del color. El plus: el pantalón se aligera por sus pinzas y su amplitud de piernas, que logran ese estilo Maxi tan buscado para nuestro próximo armario.
Rykiel es un ejemplo de que el amarillo, canario en este caso, puede combinarse con negro. Como el vestido de cortes geométricos, que tiene uno de los tirantes en negro, rebordeando el escote para finalizar como con un segundo tirante a la altura del codo, todo siempre en negro.
Lanvin apuesta por teñir de amarillo su vestido asimétrico tan femenino, de tejidos suaves, cortes estudiados y superposiciones para realzar el cuerpo de la mujer que lo lleve.
El estilo del creador libanés Eliee Saab también recorrerá el camino de baldosas amarillas de la pequeña Dorothy. Sus tan femeninas creaciones, tanto las de día como los largos vestidos vaporosos de noche, encuentran su lugar entre los tonos del sol.
En Marni, la diseñadora sigue optando por vestidos de aire futuristas, por sus cortes geométricos. Vestidos con escotes en forma cónica que llegan hasta la cintura, bien marcada por unos cortes verticales, con caídas en forma trapezio y bajos plastificados; o bien vestidos de inspiración MOD en manga corta, con caída más sport. Ambas opciones las encontrarás en amarillo. Y en amarillo están realizadas las flores en plástico aplicadas sobre un vestido blanco.
Sus accesorios también se tiñen del color ganador. Como los bolsos de mano bordados con pedrería o las sandalias T-bar.
El desfile de Acquascutum, a lo largo de la London Fashion Week, tiene cada vez más adeptos. Y es que esta firma británica está subiendo como la espuma entre las más fashionistas. Apuesta por uno de sus looks, y si es el vestido teñido de amarillo darás con el color ya oficialmente proclamado como el del verano.
En París, las plumas amarillas aterrizaron en la pasarela en manos de Giambattista Valli. Combinando el amarillo con blanco y toques de gris, las vaporosas siluetas femeninas no dejaron indiferente a nadie. Las telas hacen juegos de agua, una combinación ecléctica tanto para el día como por la noche. Pero también llega el jardín a las creaciones del creador italiano. Detalles de piezas brocadas, cuentas de cristal, plumas, volantes, transparencias y organza hacen de esta colección una elección clásica pero que destaca por una estética más fresca rozando un aire más trendy.
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