Una colección muy romántica, sensual y al mismo tiempo gótica. Frida Giannini para Gucci hizo todo un alegato al conde Drácula de Francis Ford Coppola y a la querida Mina de tez pálida cuyas semi-desnudos vestidos tanto atrajeron al temible habitante de la oscuridad.
La paleta de colores giró entorno a colores fríos: borgoña, mostaza, azulón y verde botella.
Ninfas de la noche que lucieron elegantes terciopelos, ese tejido brillante que protagonizó grandes outfits nocturnos, el tejido central de la colección tan envuelta en un ambiente tenebroso.
Gucci desprendió toda una gran sensualidad y elegancia lujosa en una colección dónde no faltaron los pantalones pijama para lucir de noche, trajes con aires dandescos, trajes de aire militar, pantalones ecuestre, abrigos envolventes con solapas de pelo de cabra, bordados barrocos y abundancia del color negro. Botas mosqueteras, capas, brocados y reminiscencias de los 70 fueron los estilos que la directora creativa de la firma italiana mostró en la pasarela.
Unos diseños muy "Dark Chic" en un desfile donde la mismísima Frida salió a saludar vestida en un total look negro, como una criatura nocturna más del show.
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